Etapa 1: Reykjavik - Eldborg

130km (95 ciclados) y algo más de un Tibidabo. Por fin se ha reunido toda la comitiva. El último García llegó de Barcelona y empezó la diversión. La salida de Reykjavik bastante fea (aunque el manu decía que le había gustado) y después de una caída sin consecuencias (no vamos a decir nombres, pero ya se sabe quién hace estas cosas) y algunos problemas horarios, con sus soluciones respectivas, hemos conseguido cruzar el túnel bajo tierra. Poco después hemos tenido que luchar contra el dios del viento... Que dolor! Las piernas quemaban...al rojo vivo!  Parada técnica en Borgarnes que se nos ha alargado y después a seguir contra el viento, un poco más suave, pero muy poco. Doloroso también. El paisaje era bastante chulo, muy verde. Podríamos confundirlo con Escocia si no fuera porque hay volcanes por todos lados. Pero desde la mitad de la jornada ya veíamos nuestro objetivo de mañana: el volcán del centro de la tierra, todo majestuoso y nevado. Que nervios, a ver hasta dónde podemos subirlo... Ojalá que sea hasta la entrada!
Cuando buscábamos para descansar un poco hemos visto lo que parecía ser nuestro albergue. En realidad nos habíamos equivocado de sitio y habíamos entrado a uno que no era, aunque las indicaciones parecían bastante claras. El dueño nos ha dicho: «vuestro hotel está a 15km... Yo tengo sitio para vosotros, si queréis aunque supongo que querréis ir al vuestro» así que hemos comido lo poco que llevábamos de comida resguardándonos detrás del albergue para coger fuerza y hacer los últimos kilómetros. El Juanda se ha hecho amigo de un perro que venía cada dos por tres a olfatearlo de una manera muy divertida aunque el tío rancio lo echaba y el pobre chucho se iba a chuparle la cara al manu que intentaba dormir un poco. Después hemos llegado al albergue de verdad, una casa perdida en medio de la nada, en el medio del campo. La llegada ha sido plácida, porque el viento ha amainado (por fin! Que alivio!) pero no ha acabado ahí la jornada. Una carrera a pie de 5km y un partido de fútbol totalmente agotador pero divertidísimo (he mandado la pelota a Murcia dos veces de la emoción) han sido la antesala del premio del día: unos baños calientes al aire libre! Una piscina de 25 metros con agua caliente! Allí hemos estado un buen rato, así que al final hemos hecho triatlón :P yo he descubierto que para nadar crol necesito gorro porque si no el pelo me tapa la cara y no me deja respirar XD También había un jacuzzi más pequeño con el agua más caliente aún, donde hemos estado un rato de asamblea. Ha habido una caída tan ridícula como cómica desde el borde de la piscina al intentar hacer una pirueta (si, que pasa, me he caído yo) y luego bien bañados y relajados hemos cenado. Y entonces se han apartado las nubes y ha salido el sol! Que gusto balancearse en la mecedora al sol jejeje. Y nada, una cerveza y a dormir, que mañana la ruta sigue, hasta el centro de la tierra!